viernes, 23 de julio de 2010

¡Y que viva Shin Chan!



¿Os acordáis del "Tampouco é pra tanto" de Shin Chan? Así me sentí con las declaraciones de Zapatero. "No estamos tan mal".
La diferencia es que ese niño de cinco años, nos caiga mejor o peor, además de ser un personaje de ficción, no nos gobierna. No toma, por tanto, decisiones que provocan que acabemos con casi
cinco millones de parados (y lo que te rondaré, morena), con el cierre de más de 400.000 empresas, y con un déficit público casi como el de Grecia.
No, claro, tampouco é pra tanto, ¡no te fastidia! Mientras lleno mi bolsillito, vamos a agotar la legislatura, que así, mientras dejo un millón y medio de hogares con todos sus miembros en paro, yo sigo cobrando del bote (bote, bote socialista el que no bote).
Y claro, así las cosas, y lo ingenua que es una, que sigue confiando en que a la gente le dé por pensar un día y menear un poquito el cerebro, pues voy y, ante la noticia, pongo un comentario en el facebook. Y ahí se desata una auténtica avalancha de comentarios justificando la frase de ZP, y acusándome de demagogia...
En fin, creo que precisamente yo no soy demagógica. Vamos, que los que me conocéis sabéis que me mata mi sinceridad tan directa. Pero bueno, que, por si acaso, me voy a la RAE y busco "demagogia" y encuentro lo siguiente:

demagogia.

(Del gr. δημαγωγία).

1. f. Práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular.

2. f. Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan deconseguir o mantener el poder.


Pues mucho, mucho, no me identifico... Respecto a la primera acepción, no me dedico a ganar halagos. Más bien recibo insultos por mi maldita sinceridad. Y, desde luego, no voy regalando piropos por la vida...
En cuanto a la acepción segunda, pues un poco más de lo mismo. Vamos, que como además yo no soy política, me es imposible "mantenerme en el poder"...
Pero en fin, que sigue la discusión y deriva hacia otros temas, y señalo que si quisiera ser demagógica, utilizaría argumentos como el del olvido en el cajón (probablemente, del baño) del No a la Guerra, que se perdió en la memoria de los tiempos (o de los peces) cuando de Afganistán se trata.
Porque ahí está el tema, amigos míos. Que te topas con alguien así, que justifica todo lo que se abriga bajo el paraguas de unas siglas, y no hay nada que hacer. Que le sacas el tema de Fidel, te responden con el bloqueo y Pinochet; que le mencionas algo contra el Gobierno, te acusan de franquista (a mi, tiene gracia. Pero que mucha gracia); que les hablas de listas abiertas, te responden que en Inglaterra no funcionan; que les propones una serie de medidas para salir de la crisis, te acusan de "neoliberal"...
En fin, que lo único que me queda por pensar es en el daño que han hecho los Iñakis Gabilondos de la vida, metiendo el pensamiento único por oídos y ojos a mucha gente, haciéndoles creer que son sus propias ideas.
Una pena. Pero bueno, siempre nos quedará Shin Chan (¿o era París?)






2 comentarios:

  1. Y según en qué idioma hables o escribas te adjudican a un bando o a otro (resulta que la riqueza se convierte en un problema).

    Caro nos sale el circo del “y tú más”

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