martes, 20 de julio de 2010

Quiero ser feliz por "cuota"

...Y tiro porque me toca

¿Tan complicado resulta escuchar a los realmente interesados en algo para saber lo que necesitan de verdad? ¿Por qué a todo aquél que llega al poder le inunda un sentimiento de paternalismo en el peor sentido de la palabra (o sea, para que lo entiendan, paternalismo "progre") y creen que no necesitan consultar a nadie –el "pueblo", ¡ja
!, ¡qué cosas! (¡¡que ellos te llevaron hasta ahí, pedazo de ignoranteeeee!!)– para tomar las "mejores" decisiones?
Dicho de otro modo. ¿Por qué un Gobierno plagado de hombres y/o mujeres (hay que ver también qué mujeres) que en su vida han sabido lo que es tener un cargo intermedio en una empresa tienen que decidir por mí lo que yo quiero? Y entiéndanme que no digo "por mí" en referencia exclusiva a mi persona, sino que me refiero, por extensión, a todas las que se encuentran en mi situación.
Resulta que si yo pude pensar que era el "elemento en discordia" de todo este mundillo de tópicos populistas que me rodea, veo que no, que hay mucha más gente que está de acuerdo conmigo. Pero, entonces, ¿a quién demonios consulta el gobierno de turno para decidir que las mujeres queremos cuotas para entrar en los consejos de administración?
Porque resulta que en la última encuesta a las directivas españolas realizada por Adecco, la mayoría de las mujeres –DE LAS MUJERES, SÍ, SEÑOR ZAPATERO– no quieren cuotas. Y no las quieren porque yo, si llego a un consejo de administración, no quiero
 llegar porque una ley "obligue" a mi jefe a darme un cacho de tarta. No. Yo quiero mi cacho de tarta porque me lo he ganado, porque me lo he currado, porque me lo merezco. 
Y otro tópico desterrado por mis iguales. La dichosa reducción de jornada para "conciliar-vida-laboral-y-familiar" (ya saben ustedes, que en este país no hay padres, sólo madres, o eso defienden los paternalistas progres que nos gobiernan) TAMPOCO LA QUIEREN LAS MUJERES. ¿Acaso alguien plantearía tan estúpida pregunta a los hombres? Ya está bien, hombre.
Veamos lo esperpéntico y ridículo de esta situación. ¿Se imaginan que el hecho de ser hombre o mujer fuese puntuable por un baremo en unas oposiciones? Creo que todos nos echaríamos las manos a la cabeza, ¿no? Y, ¿qué me dicen si a la hora de estudiar una carrera a las mujeres se les rebajase la "nota" de entrada? Sería, como poco, un insulto a nuestra inteligencia... 
Pues en este país, donde no hay "cuota funcionarial" ni, afortunadamente, universitaria, hay muchas más funcionarias que funcionarios, y muchas más universitarias que universitarios.
Saquen sus conclusiones. 
Lo que yo tengo claro es que no necesito ser feliz por una cuota. Ni por ninguna ley de "igualdad"

1 comentario:

  1. Hola apátrida! A ver si ahora me deja publicar el comentario.
    Que sepas que este post ya fue twiteado.

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