viernes, 15 de julio de 2011

¿Por qué le llaman copago...

... cuando quiere decir que siempre pagan los mismos?


A raíz de la ley aprobada por Italia, se abre en España el debate del llamado "copago" sanitario. Pero es que ya es un debate mal planteado de por sí, por la propia palabra "copago". La partícula "co" significa que ese pago lo hacen entre varios... Pero es que yo sólo veo a un pagador: el currante.
Uno de los grandes problemas de este país es la ignorancia, y lo osada que, como es sabido, ésta es. Pero, para que veáis que tengo razón, no tenemos más que coger una de nuestras nóminas, y comprobar la falsa falacia de que en España tenemos un sistema de salud ¡¡GRATIS!! Ya hay estudios que demuestran que es de los más caros, porque lo que nos retienen mes a mes, es una barbaridad. Por no hablar de lo que paga el autónomo o el pequeño empresario por ese concepto...
Entonces, ¿quién es la otra parte del "co", si el paciente pone 10 euros ó 25 por consulta? ¡Pues él mismo! No me vale que me digáis que es el "Estado", porque el "Estado" se alimenta, precisamente, de eso: de los impuestos y retenciones. ¿A quiénes? ¡A los currantes, de nuevo!
Por eso me indigna tener en este momento puesta la tele, y que hagan una encuesta por Internet en que la pregunta es "¿Estaría dispuesto a pagar por una consulta médica?" ¡¡Pero si ya la pagamos!! Pregunta mal formulada, claro está.
Dicho esto, y llamando a las cosas por su nombre ("el doble pago", por ejemplo, sería más correcto), si en España se llevase a cabo esta práctica, la consecuencia inmediata sería la vuelta a la automedicación (si es que alguna vez la hemos abandonado). Y me explico: si a mí me duele un oído "como el año pasado", y me cobran 10 euros (a mayores) por ir al otorrino, por ahorrármelos voy a utilizar el mismo tratamiento que me dieron en aquella ocasión, pero con la diferencia de que nadie me ha explorado los oídos. Y pongo un ejemplo "inocente", pero si me duele el pecho, aunque me asuste un poco, por no ir a urgencias me tomo un antibiótico, y a lo mejor me está dando un infarto... No es ninguna broma.
La segunda consecuencia será, sin duda, un incremento de afiliados a los seguros privados. Porque, claro, si yo tengo la mala suerte de pasar cinco o seis procesos infecciosos cada invierno, ¿voy a pagar cada vez que voy a mi médico, o me compensa pagar al mes una pequeña cantidad fija, y que, además, me atiendan cuando yo quiera sin tener que soportar listas de espera infinitas?
El problema es que ni Italia, ni España, cogen el toro por los cuernos: no gestionan adecuadamente la empresa más grande de este país. Y no lo hacen, precisamente, porque ellos sí saben de quién es el dinero: es nuestro, y no suyo. Por eso, no les duele.