domingo, 21 de noviembre de 2010

El periodismo ha muerto


En la tele, en un canal de los nuevos de la TDT, echan "Salvador", de Oliver Stone. No es precisamente su protagonista un ejemplo a seguir, pero era periodista. "A sangre fría" (el libro o la película, me da lo mismo) es otro ejemplo de un periodista. O "Los gritos del silencio". Vamos, que podría poner cientos de ejemplos...
Pero hoy todo esto ya no existe. El periodismo ha muerto. Y necesito decirlo. Necesito decirlo por todas aquellas personas a las que estamos engañando y a las que les estamos arrebatando su derecho constitucional a la información. Necesito decirlo, aunque no con ello consiga limpiar mi conciencia. Porque me siento francamente sucia. Asquerosa, cuando pienso en lo que hago. Soy esclava. Pero no por ello tengo excusa.
Antes de la crisis, el periodismo estaba moribundo. Pero la crisis lo ha terminado de matar. Ahora, nadie es noticia si no paga. Desde el momento en que algún medio puso a los periodistas también a "vender", desde ese momento comenzó la agonía del periodismo. Desde el momento en que la publicidad y la información se han mezclado hasta el punto de que la primera aniquiló (y sí, lo digo en pasado) a la segunda, empezó la muerte lenta del periodismo.
Hoy –podéis meteroslo en la cabeza– nadie es noticia si no paga. Ya puede alguien descubrir la cura del SIDA, o encontrar vida en marte, o hallar el gen que provoca cualquier enfermedad mortal. Ya puede alguien ser un héroe y salvar miles de vidas. Ya pueden hacerlo que, si no paga, no será noticia en los medios.
En cambio, el ser más miserable, más asqueroso, más denigrante, si paga, se convierte en noticia, y se convierte en un ser admirable, altruista, ejemplo a seguir para la comunidad.
No soy catastrofista. Lo que digo es real. Y puedo poner muchos ejemplos que he tenido que padecer yo misma. Y muchos ejemplos que también he tenido que escribir yo misma, sabiendo además que con ello estoy engañando al público, ¡¡a mi público!! ¿Creo que me queda la conciencia más limpia por firmarlo como "Redacción" en lugar de "Carla Vidal"? Oh, no. No os creáis. Me siento sucia. Me siento una mercenaria de mierda. Me siento una prostituta de la información. Me da asco mi trabajo. Pero estoy atrapada.
Esta semana he perdido la esperanza. Me quedaba un atisbo de que algún día la noticia volvería a ser la esencia del periodismo. De que algún día se volvería a dar más importancia a traer una exclusiva mundial que a traer 3.000 euros de "publi" de un cliente. De que algún día la calidad de un contenido sería más valorada que la página a 1.000 euros que le he rebajado a tal o a cual empresa. Pero no. Esta semana he perdido esa esperanza. Porque si yo he tenido la suerte, todavía, de vivir el auténtico periodismo, si yo, que llevo 15 años en esto, aún he tenido oportunidad hasta hace cuatro o cinco de INFORMAR, las generaciones más jóvenes que salen de la facultad se encuentran, de golpe, con esa conversión a mercenarios de la que hablo. Y por eso, esta semana, a una auténtica periodista "de raza" la oí justificar cierta publicidad que no me parece muy apropiada, porque "si pagan, hay que sacar dinero de donde sea". "Pues podemos sacar a las putas de los anuncios por palabras, que esas sí que pagan", respondí yo. ¿La respuesta? Silencio absoluto.
Podéis estar pensando que qué morro tengo de hacer esta confesión aquí, cuando dirijo un medio. Pero no, no os engañéis. Hoy, la palabra "director" o "directora" sólo es una palabra. Hoy la capacidad absoluta y plena de decisión la tiene el editor, el empresario, el que "pone la pasta". Y ya puedes tener en tu haber tres o cuatro Pulitzer, que tu opinión no cuenta. Bueno, cuenta en la medida que eres capaz de venderle al mejor (casi diría que al peor) postor tres o cuatro páginas de publicidad. Entonces, tu opinión puede contar... No exactamente, pero al menos sabes que no te liquidarán.
Y siento la obligación moral de decir todo esto, porque los periodistas tenemos delegado por todos vosotros ese derecho a la información, y no lo estamos respetando. ¡¡No nos lo dejan respetar!! No es una excusa, pero recordad que quienes "mandan" en los medios no son periodistas, y ese derecho a la información se la trae al pairo.
Me queda un consuelo, aunque sea echar piedras contra mi tejado: gracias a las redes sociales, a los blogger, a internet en general, la gente que realmente está ávida de conocer la verdad podrá alcanzarla. Y entonces, puede que dentro de muchos años, conscientes del engaño de los medios tradicionales, les den la espalda a éstos, hasta que desaparezcan.
En ese momento, que ni siquiera sé si llegará, quizá algún periodista de verdad, de vocación, no de los que "venden" si no de los que "buscan", resucite esta profesión que, os aseguro, los años que la disfruté, aún mal pagados, valían la pena. Mucho más que este ejercicio de prostitución que hoy me veo abocada a ejercer con lo que otrora fueron "noticias"...

3 comentarios:

  1. JODER CARLA. BRAVO. CON DOS COJONES. PUEDES DECIRLO MÁS ALTO PERO NO MÁS CLARO. YO SOY TÚ HOY.
    RAÚL SG

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  2. Lo he vuelto a leer y pienso que más que para un comentario da para una conversación. Es un tema complejo.

    Lo ideal sería un debate planteando alternativas. Pero eso es lo bueno de tener tu blog, que tienes voz propia.

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  3. Si bien muchas cosas que mencionas son ciertas y son parte de la desagradable realidad del periodismo, no creo que de para sentenciar la muerte de la profesión. Son cosas contra las que hay que cambiar. Son un motivo de lucha. Creo que sí sos catastrofista. Me gustaría recomendarte escuchar una entrevista, que concedió la periodista Amy Goodman a la Agencia Pulsar. La forma en que su medio trabaja es todo un ejemplo a seguir.

    Y el periodismo (dados los últimos acontecimientos, con Assange a la cabeza) está más vivo que nunca.

    Te dejo el link para oir la nota. Espero la escuches.

    http://www.agenciapulsar.org/nota.php?id=18507

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