
Sin embargo, hay momentos en que logro el imposible de encontrar cierto grado de tranquilidad en mi laguna de estrés.
Es mi propia cuadratura del círculo, e intento, esos días, reflexionar y ver que no tengo por qué tomarlo todo tan a la tremenda.
El nombre de este blog lo dice todo. Es bueno ser impaciente, pero hay momentos en que no saber frenar esa impaciencia te puede situar al borde de la locura. Y eso tengo que aprender...
Es cierto que veo que los días pasan demasiado rápidos, y hoy las semanas me duran (o me cunden) lo que antes me duraba un día, y un mes lo que hoy una semana. Y los años pasan demasiado deprisa. Tanto que prefiero, a veces, hacer como los tres monos (no ver, no oír y callar). Creo que es el hilo de cordura al que poder atar mis sueños de futuro...
En el fondo, puedo. Sólo tengo que creérmelo un poco más...
Abro el reader y aparece de repente el aviso de tu post. Y encima con estas maravillosas manzanas (yo quiero!). Lo leo y pienso: "Es Carla".
ResponderEliminarPor más que sé que nunca dejará de sorprender(me), quedo con los ojos como platos mirando para la pantalla.
Lo vuelvo a leer y pienso: "¿Por qué demonios no sigue escribiendo hoy?"
Tú siempre tan generosa. ¿Breve? Lo bueno, si breve... You know, my friend!
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