Eres suave como el viento que ayuda a sobrellevar el sofocante calor de agosto en una playa cualquiera. No haces preguntas, escuchas, y tratas de entender mi locura y mi contradicción. En mis arranques aguantas la sed que luego me calmas en el vaso de mi libertad atada por la esclavitud que me he impuesto. No quieres nada más allá de este presente que se vuelve eterno cuando lo vivimos juntos. Sin pasado. Sin futuro. Sin utopias. jueves, 30 de septiembre de 2010
Mi isla
Eres suave como el viento que ayuda a sobrellevar el sofocante calor de agosto en una playa cualquiera. No haces preguntas, escuchas, y tratas de entender mi locura y mi contradicción. En mis arranques aguantas la sed que luego me calmas en el vaso de mi libertad atada por la esclavitud que me he impuesto. No quieres nada más allá de este presente que se vuelve eterno cuando lo vivimos juntos. Sin pasado. Sin futuro. Sin utopias. martes, 28 de septiembre de 2010
Como-me-molo
| Trastorno | Grado |
|---|---|
| Paranoide | MODERADO |
| Esquizoide | BAJO |
| Esquizotipico | BAJO |
| Histrionico | MODERADO |
| Antisocial | BAJO |
| Narcisista | ALTO |
| Limite | MODERADO |
| Obsesivo | ALTO |
| Dependiente | MODERADO |
| Evitador | BAJO |
Test de transtorno de personalidad
Sorda, sorda, no soy. En cuanto a las denuncias, de momento acumulo más contra mí, que interpuestas por mí (cuatro contra una, para ser exacta). Por lo demás, ojalá fuese más fría a veces, y la verdad es que aislada no trabajo, aunque sí soy eficiente... Claro que igual por eso soy narcisista (ja-ja-já, cuánto me quiero)
Pero, anécdotas aparte de alguien que tuvo sus cinco minutos de fama en el blog de mi amiga, lo que me ha servido este tema es para pensar que desconocía que me haya convertido en un ser tan importante como para que un desconocido se tome su tiempo en escribir e insultarme en un blog. Y entonces, aunque la cita que encabeza esta entrada la modificaron Unamuno y, posteriormente, Cela, me acuerdo del gran Oscar Wilde: sería terrible, desde luego, que no hablasen de mí.
Así que, querido Juan Álvarez Yanos, sólo quiero darte las gracias por tenerme tan presente en tu mente, pues de ese modo, me siento más viva todavía.
Y si tanto pensáis en mí, ¿cómo pretendéis que no sea narcisista?
Ay, ay, aaaay
martes, 7 de septiembre de 2010
La importancia de (hacer) reir
Admito que tengo muy mala leche. ¿Para qué negarlo? Tanto genio que hasta a veces pienso que me he vuelto "asocial", de tanto coleccionar manías.